Cuando uno promete un plazo de entrega debe tener en cuenta la capacidad de producción. Eso significa que ha previsto entregar, facturar y cobrar una cantidad de pedidos en los plazos prometidos.
Cuando entregamos tarde un pedido, eso significa que el tiempo que habíamos previsto destinar a ese pedido se usó en otro pedido, por lo tanto, al final del mes, con varios pedidos atrasados, hemos entregado menos pedidos de los que habíamos planeado. Esto también impide facturarlos y cobrarlos.
Esto por sí mismo ya es una reducción de las ventas presupuestadas, por lo que lograr un 100% de OTIF (On Time in Full), es decir, lograr entregar a tiempo y completo siempre, es lo mismo que cumplir el plan de ventas.
El tiempo perdido no se recupera nunca más. Este es el efecto sobre las ventas presentes.
Recordaré también aquí las consecuencias sobre las ventas futuras. Las entregas tarde generan tal cantidad de problemas a nuestros clientes, que tarde o temprano nuestra reputación sufre.
Termino esta breve reflexión repitiendo una cita que vi hoy:
Agradecido a Jorge Arias Galeas por compartirla en LinkedIn.
Otra razón más para lograr el 100% de OTIF.